Recordamos una nota realizada por La Diaria en el 2009,
sobre el apoyo de nuestra y otras instituciones, al voto por el SI Rosado.
Judíos por la nulidad
Cuatro instituciones se pronunciaron a favor del voto
rosado.
El Comité Central Israelita, que reúne y representa a la
colectividad judía en Uruguay, reconoce, desde 1997, la necesidad de que se
encuentren los restos de los desaparecidos y de que se implementen los
mecanismos para lograrlo, pero no se pronunciará sobre la nulidad de la Ley de
Caducidad. Los promotores del voto por el Sí entienden que el Holocausto y la
dictadura uruguaya son hechos comparables desde el punto de vista humano, de
memoria y de identidad, por lo cual se hace necesario adoptar posición sobre el
plebiscito.
La declaración a favor de la anulación de la Ley de
Caducidad fue publicada en el mensuario Identidad de este mes, que representa
al Movimiento Judeo Progresista e Identidad, institución firmante junto con la
Casa de Cultura Mordejai Anilevich, la Corriente Judía Humanista y Secular, y
la Asociación Cultural Israelita Dr. Jaime Zhitlovsky.
“Hace poco más de 60 años la humanidad vivió el horror de la
destrucción y la masacre provocada por el nazifascismo contra todo aquello que
considerara diferente o peligroso. […] ¿Cómo hacer que estos hechos no se
repitan? Sin dudar con memoria, con justicia, con pluralismo y aceptación de la
diversidad. […] Nuestras instituciones integrantes de la colectividad judía del
Uruguay entienden que la memoria, el no olvidar el pasado, es un basamento
fundamental de la cultura del pueblo judío, y que ello junto con la justicia es
la única forma de lograr que estos hechos no se repitan respecto a los viejos y
nuevos genocidas, respecto a los viejos y nuevos violadores de los derechos
humanos”, reza la adhesión.
“Soy ateo y secular, pero apelo a una de las escrituras que
habla de los diez mandamientos, la quinta, que es ‘no asesinarás’ -no ‘no
matarás’, que es una mala traducción del hebreo-. La tortura, la desaparición
forzada y el asesinato por los ideales de una persona es lo mismo en cualquier
parte de la Tierra. Tenemos y debemos tener esto como valor por encima de los
valores de la política y no debemos ser neutros en este tema”, señaló a la
diaria Mauricio Zieleniec, director de Identidad. Claudia Hoffnung,
representante de la Casa de Cultura Mordejai Anilevich, aclaró a la diaria que
no se trata de colocar “en una misma bolsa” el Holocausto y la dictadura
uruguaya, porque son hechos diferentes. “Lo que resaltamos es el tema de la
memoria. Un pueblo no puede no tener memoria y cerrar ciertas medidas para
conocer la verdad. No es una comparación entre hechos, sino un punto de vista
desde lo humano y desde la identidad. Hablamos de hacer justicia”, opinó
Hoffnung.
Hace una semana, el presidente del Comité Central Israelita
(CCI), Marcos Israel, reclamó a los presidenciables -en el marco de un
encuentro organizado por el Comitéla inclusión del estudio del Holocausto en
los planes de educación uruguayos, en el entendido de que el análisis de esa
historia puede aportar al combate de todas las formas de racismo. Israel dijo a
la diaria que el comité no explicitará posición sobre el plebiscito por la
nulidad de la Ley de Caducidad, pero adelantó que el nuevo directorio está en
un proceso de diálogo para “rehacer una definición de principios” y que “se
mantiene la necesidad de que se busquen los restos de los desaparecidos”.
“El CCI es una organización de segundo grado. Esto significa
que tiene que existir un consenso en torno al plebiscito en todas las instituciones
judías de Uruguay. Sí creo que debe pronunciarse sobre los principios, está
claro que la Comisión para la Paz (conformada durante el gobierno de Jorge
Batlle) fracasó por la vía de los hechos. Se trata de un tema electoral y eso
hace difícil pronunciarse, pero es un tema de gran interés para el comité y lo
vamos a seguir de cerca”, afirmó Israel.
Vigente
Para Hoffnung el CCI debería expedirse “desde la ética judía
y humana”: “Hay mucho silencio en la comunidad, hay mucha gente a favor que no
sale a manifestarlo y en la mayoría de los casos se trata de personas que no
están institucionalizadas. Por eso creo que el comité debe al menos poner el
tema en debate”, indicó. En ese sentido, Zieleniec expresó: “como colectividad
judía deberíamos tener total claridad de votar por el Sí”.
“Cada institución tiene su propia dinámica y la burocracia,
los tiempos y los temores no dejan definir con claridad estas cosas. En la
colectividad siempre está presente este tema y lo está, seguramente, en el
corazón de cada uno de nosotros”, dijo. Zieleniec no está seguro de la
conveniencia de que el CCI se pronuncie porque generaría una situación polémica
y quizás contraproducente, ya que muchos entienden que es una cuestión
partidaria. Y añadió: “Por algo Pedro Sclofsky fue echado, pero eso no
significa que no haya una conciencia colectiva de que deben juzgarse a los
responsables”.
El representante del Movimiento Judeo Progresista e
Identidad hacía referencia al episodio en que Sclofsky, quien ejercía el tercer
período de la presidencia del CCI, fue obligado a presentar la renuncia del
cargo luego de que en diciembre de 1997, tras un agasajo a la prensa, se
solidarizó públicamente con el reclamo de las víctimas de la dictadura.
Tres años después, en abril de 2000, Sclofsky habló por
primera vez sobre el tema en entrevista a La República: “la colectividad judía
no podía permanecer ajena a la solución de un tema tan serio y grave como era
el de los desaparecidos”, dijo.
Ayer, casi doce años después, Sclofsky, que ya no forma
parte de ninguna institución judía, expresó a la diaria que sus dichos fueron
pronunciados en momentos en que “la política” del entonces presidente Julio
María Sanguinetti era que “se trataba de un tema que no correspondía tratarse
como política de Estado”. “Por eso lo hice delante de los ministros, no les
causó mucha gracia”, recordó y añadió: “Por eso también renuncié, entre
comillas”.
Consultado acerca de si el CCI debería expedirse al respecto
puso reparos, al entender que es suficiente con que el tema esté presente y
parta de “cada uno de nosotros” y no porque la institución que los nuclea fije
una posición. Y concluyó: “En 1997 cuando hablé de los desaparecidos fue
distinto, porque pretendimos bregar para que fueran hallados. Y por esta misma
razón voy a votar por la anulación de la Ley de Caducidad. No sigamos barriendo
debajo de la alfombra”.
Lourdes Rodríguez